Coordinación interinstitucional muestra resultados a la baja
Autoridades regionales y empresas eléctricas realizaron un balance anual de la Mesa de Robo de Cables, destacando una disminución significativa del delito y nuevas medidas para proteger el suministro eléctrico y la vida cotidiana de las comunidades.
El robo de cables y cobre ha sido una de las principales amenazas para la continuidad del suministro eléctrico y el funcionamiento de servicios básicos en distintas comunas del Maule. Frente a este escenario, autoridades regionales y empresas del sector realizaron un balance del trabajo desarrollado durante 2025 por la Mesa de Robo de Cables, instancia que cerró el año con una evaluación positiva en materia de prevención y coordinación.
La mesa, convocada por la Secretaría Regional Ministerial de Seguridad Pública, comenzó a sesionar en mayo y reunió a actores del ámbito público y privado, entre ellos Carabineros, Policía de Investigaciones, Ministerio Público, Seremi de Energía, Superintendencia de Electricidad y Combustibles, además de empresas eléctricas como CGE, Luz Linares y Transelec.
Según explicó la seremi de Seguridad Pública del Maule, María José Gómez, uno de los principales resultados fue la reducción sostenida de este tipo de ilícitos, especialmente en el ámbito de la transmisión eléctrica. “Gracias a un trabajo sistemático y colaborativo entre Fiscalía, policías, servicios públicos y las empresas, logramos cerrar el año sin robos que afectaran a la empresa Transelec, que había sufrido reiterados hechos durante el invierno. Estos resultados reflejan que la coordinación público-privada puede ser efectiva”, señaló.
Desde el sector energético, la seremi de Energía, Erika Ubilla, subrayó el impacto que este delito tiene en la vida diaria de las personas. “Cada robo de cable interrumpe la normalidad de las comunidades y deteriora la calidad de vida. Se ven afectados los servicios sanitarios rurales, los centros de salud, los pequeños comercios y la economía local. Por eso es clave la articulación entre instituciones para frenar estos delitos y proteger a la ciudadanía”, indicó.
Una mirada similar entregó el representante de Transelec, Felipe Abásolo, quien valoró el trabajo conjunto desarrollado en la región. “Se ha logrado contener y reducir significativamente este delito, protegiendo infraestructura crítica y asegurando la continuidad del servicio para miles de familias. El Maule demuestra que el robo de cobre no es inevitable cuando el sector público y privado trabajan alineados”, afirmó.
Las autoridades coincidieron en que el balance positivo no implica bajar la alerta. A través de la mesa se establecieron compromisos para continuar fortaleciendo la fiscalización, el intercambio de información y las acciones preventivas durante 2026, con el objetivo de resguardar el suministro eléctrico, proteger la infraestructura crítica y reducir los impactos sociales y económicos que genera este tipo de delitos.
De esta manera, el trabajo coordinado desarrollado en el Maule se proyecta como una experiencia regional que busca dar continuidad a la prevención del robo de cables, poniendo en el centro la seguridad energética y el bienestar de las comunidades.
