Hijas de concejala María Ignacia González piden avances en la investigación
Han pasado semanas desde que se reportó la desaparición de la concejala de Villa Alegre, María Ignacia González, sin que hasta ahora existan resultados concluyentes en la investigación. Su familia, marcada por la angustia, insiste en que se trata de un caso grave que no puede quedar en el silencio ni en la impunidad.
En conversación con la hija de la concejala, Javiera Gallegos, se conocieron los últimos antecedentes y las gestiones que han realizado ante la Fiscalía Regional del Maule, encabezada por el fiscal Julio Contardo.
“No hay pruebas concluyentes, pero creemos que hubo intervención de terceros”
—Javiera, ¿han tenido avances concretos en la investigación?
“Lamentablemente, sigue sin haber nada concluyente en este registro. Podemos decir que alguien más se ve llegando al lugar donde estuvo mi mamá, pero no hay ninguna cámara que muestre con claridad el vehículo. Hay grabaciones en que se aprecia la parte delantera, pero no queda en evidencia si ella subió consciente o por voluntad propia. Por eso creemos, desde un inicio, que aquí hubo intervención de terceros y que se trata de un secuestro”.
—¿Han tenido acceso a registros audiovisuales o nuevos antecedentes?
“Sí, la Fiscalía nos entregará algunos videos en los próximos días. Para nosotras, como familia, ha sido muy duro ver que existen declaraciones confusas y omisiones en testimonios que podrían ser relevantes. Creemos que en algunos casos esto constituye una obstrucción a la investigación, aunque la Fiscalía no lo considere así. Si una persona no tiene nada que ocultar, debería decir exactamente lo que pasó”.
“La búsqueda se ha sostenido gracias a voluntarios”
—¿Quiénes están colaborando actualmente en la búsqueda?
“Ha habido un grupo de rescate de Rancagua que trabaja en conjunto con el municipio, entregando alojamiento y transporte. Agradecemos profundamente a todos los equipos de voluntarios y organizaciones que se han sumado. Pero también creemos que debe haber una coordinación más clara y fluida con Fiscalía y la PDI, que son los responsables de la investigación. Hoy tenemos esfuerzos paralelos que muchas veces no se comunican entre sí”.
“El silencio no puede ser la respuesta”
—¿Qué esperan como familia en este momento?
“Esperamos sinceridad de quienes puedan tener información. Es muy angustiante vivir así. No solo lo pedimos por nosotras, sino también por la comunidad que nos acompaña. No puede ser posible que una persona desaparezca en democracia y que las investigaciones queden estancadas.
Hemos tenido cobertura de la prensa, pero sabemos que no ocurre lo mismo con todos los casos. Familias como la de Julián Chimil o María Encina llevan más de un año sin respuestas y sin apoyo suficiente. Eso es doloroso y nos recuerda las heridas de un país que ya vivió desapariciones en dictadura. Hoy, que esto ocurra en democracia y con autoridades, es una alerta para todo Chile”.
La familia insiste en que la desaparición de María Ignacia González no puede convertirse en una estadística más. “Nuestra madre no puede quedar en el olvido. Seguiremos buscando hasta encontrar respuestas”, concluye Javiera.