Con el propósito de poner en valor la riqueza vitivinícola del Valle del Loncomilla, más de 100 representantes del ámbito del vino se reunieron en San Javier para participar en el Segundo Encuentro de Vinculación por la Viticultura Patrimonial. Esta instancia se ha consolidado como un espacio de diálogo y reflexión en torno a la tradición del vino chileno, su vínculo con el territorio y su potencial para impulsar el desarrollo turístico, cultural y económico de la zona.
La jornada reunió a productores locales, académicos, gestores culturales y autoridades, quienes coincidieron en la importancia de preservar los viñedos patrimoniales y de promover su reconocimiento como parte fundamental de la identidad nacional.
En entrevista, el alcalde de San Javier, Jorge Silva Sepúlveda, destacó el valor que este tipo de iniciativas tiene para la comuna:
“San Javier no solo tiene historia, tiene futuro. Y ese futuro se construye reconociendo nuestro patrimonio vitivinícola. Este encuentro reafirma nuestro compromiso con un modelo de desarrollo que valora la identidad local, fortalece el tejido social y abre nuevas oportunidades para nuestras comunidades rurales. Aquí, el vino no es solo un producto: es cultura, es memoria y es territorio”.
El evento apostó por fomentar vínculos entre diversos actores bajo el concepto de “pares improbables”, generando mesas de trabajo interdisciplinarias que permitieron abordar los desafíos y oportunidades de la viticultura patrimonial desde múltiples miradas: la historia, la agricultura, la economía local, la sostenibilidad y el turismo enológico.
Uno de los énfasis estuvo puesto en la necesidad de conservar los viñedos antiguos —algunos con cepas que datan del siglo XVI— no solo como patrimonio agrícola, sino también como motor de desarrollo para las comunidades. En ese sentido, se discutió cómo fortalecer las rutas del vino y generar experiencias enoturísticas que conecten a visitantes con la historia viva de este territorio.
Desde el ámbito técnico, participantes del mundo académico y organizaciones del sector coincidieron en que iniciativas como esta no solo permiten visibilizar la riqueza cultural de los valles del Maule, sino también posicionarlos como destinos con identidad propia, donde la tradición y la innovación pueden convivir y proyectarse hacia el futuro.
Así, San Javier reafirma su compromiso con el rescate de su patrimonio vitivinícola como una herramienta para construir comunidad, diversificar su economía y fortalecer su imagen como destino turístico-cultural en la Región del Maule.