Tras ser sede de entrenamientos para el Mundial Sub-20 en Talca, el tradicional recinto de Aurora de Chile volvió a abrir sus puertas completamente renovado. Figuras del fútbol nacional como “Coca” Mendoza, Tito Vega y el “Murci” Rojas encabezaron un amistoso cargado de nostalgia y emoción. El club celebra un sueño cumplido y mira con esperanza las generaciones que vienen.
Talca. En medio de aplausos, sonrisas y la nostalgia propia de un club con historia profunda, Aurora de Chile vivió un día que quedará grabado en su memoria. La cancha que alguna vez fue reconocida por la FIFA como recinto de entrenamiento para grandes selecciones durante el Mundial Sub-20 en Talca, volvió a brillar con fuerza tras su anhelada reinauguración.
Entre socios, hinchas, autoridades y vecinos del barrio, el funebrero talquino celebró la recuperación de un espacio que no solo ha sido cancha, sino también hogar, identidad y orgullo comunitario.
Una ceremonia que recordó la esencia del club
La jornada comenzó con un recorrido por el remozado recinto, donde dirigentes y autoridades comprobaron el impecable estado de la nueva carpeta de juego, la iluminación, accesos y áreas destinadas a jugadores y familias.
El corte de cinta desató la emoción de los asistentes, simbolizando el renacer de un estadio que por años fue esperado y que ahora luce exactamente como lo exigió la FIFA cuando lo designó como campo de entrenamiento mundialista.
“Es un sueño cumplido”, comentaban hinchas entre abrazos y fotos, mientras la cancha impecable reflejaba la satisfacción de un proyecto que se concretó gracias al apoyo de múltiples voluntades.
Leyendas del fútbol volvieron a hacer vibrar al funebrero
El momento más esperado llegó con la entrada a la cancha de figuras históricas del fútbol chileno. Jorge “Coca” Mendoza, Tito Vega y Rodrigo “Murci” Rojas recibieron una ovación que parecía traer de vuelta décadas de recuerdos.
Y demostraron que el talento no envejece: toques precisos, paredes, remates y la picardía que los llevó a brillar profesionalmente se tomaron el amistoso ante referentes de Aurora de Chile de distintas épocas.
Las familias se agolparon en el borde de la cancha para verlos. Niños con camisetas antiguas, hinchas veteranos reviviendo glorias pasadas y un ambiente cargado de fútbol puro hicieron del amistoso un espectáculo inolvidable.
Un agradecimiento que viene del corazón
El presidente del club, Héctor Román, dedicó palabras especiales a quienes hicieron posible el proyecto.
“Esta cancha es un sueño que se esperaba hace años. Agradecemos profundamente la gestión y apoyo de quienes aportaron desde distintos roles para que hoy tengamos este recinto impecable”, dijo.
Nombró entre ellos a Cristina Bravo, Juan Castro y al actual alcalde Juan Carlos Díaz, quienes contribuyeron en distintas etapas para que el club contara con iluminación, mejoras estructurales y una cancha de nivel profesional.
“Gracias a estos esfuerzos hoy mostramos una cancha que cumple con estándares FIFA, y que permitirá a las futuras generaciones formarse, competir y soñar en grande”, añadió Román visiblemente emocionado.
El funebrero mira al futuro
La reapertura de la cancha no solo representa un rescate patrimonial; es también el impulso hacia una nueva etapa deportiva y social.
El recinto será utilizado para entrenamientos formativos, campeonatos locales, actividades comunitarias y encuentros que fortalezcan la identidad del barrio.
Con el pitazo final del amistoso, las luces del nuevo estadio iluminaron un mensaje claro:
Aurora de Chile está más vivo que nunca, listo para seguir escribiendo su historia y para inspirar a las generaciones que vienen.
