Música, risas y amistad en el “Malón de Sábado por la Tarde”
Con música, baile y muchas sonrisas, más de 100 clubes de adulto mayor de la comuna de Molina se reunieron para disfrutar del tradicional “Malón de Sábado por la Tarde”, una fiesta que cada año se convierte en un punto de encuentro lleno de vida, recuerdos y nuevas amistades.
El evento, organizado por la Casa del Adulto Mayor, tuvo lugar esta vez en la explanada de la medialuna del estadio municipal, un espacio más amplio que permitió a los asistentes disfrutar con comodidad y libertad de movimiento. Desde temprano comenzaron a llegar los buses con agrupaciones de distintos sectores rurales y urbanos, todos con la misma disposición: pasar una tarde inolvidable.
Entre risas y abrazos, Mario Pacheco, vecino de Pichingal, no ocultó su entusiasmo:
“Fue muy bonito, espectacular. Felicito al alcalde por acordarse tanto de los adultos mayores, fue una tarde inolvidable”.
El espíritu del encuentro fue contagioso. Hubo bailes, juegos, sorteos y una mesa llena de delicias preparadas con cariño. María Angélica Sazo, quien participó por primera vez, resumió la experiencia con una sonrisa:
“No pensé que lo iba a pasar tan bien. Es el primer año que vengo y estuvo todo muy bien organizado, con carpas, mesas, premios y mucha amabilidad. Fue una tarde maravillosa”.
Más de 1.800 personas mayores participaron en la actividad, que busca promover el envejecimiento activo, el encuentro intergeneracional y la felicidad compartida. Cada canción despertó recuerdos, cada baile fue un homenaje a la energía y vitalidad que las personas mayores siguen irradiando en la comuna.
El alcalde Felipe Méndez destacó el trabajo conjunto de los equipos municipales y el valor de mantener viva esta tradición:
“Ha sido una tremenda fiesta, donde nuestras personas mayores han disfrutado toda la tarde. Agradezco al equipo de la Casa del Adulto Mayor y a los funcionarios municipales por esta hermosa organización. Ellos son nuestras regalonas y regaloneados, y verlos felices es la mejor recompensa”.
La jornada culminó al atardecer, entre aplausos, promesas de volver el próximo año y la emoción de haber compartido una tarde donde la alegría, la cultura y la comunidad fueron protagonistas.




